martes, 12 de enero de 2010

LLUVIA

En Ingraventia nunca llovía. Nadie tenía paraguas en casa, los niños desconocían el placer de saltar en los charcos con botas de agua y la palabra chubasquero era desconocida. Pero aquel año, algo extraño ocurrió....llovía,llovía y llovía.

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