A pesar del título del disco, nos encontramos con un disco que deja a un lado los sonidos sucios y se sazona de teclados e instrumentaciones luminosas (obra de Abraham Boba). No obstante, no podemos olvidar que estamos ante un trabajo de NV por lo que el malditismo siempre estará presente. Y eso nos encanta.
Waxahatchee – Tigers Blood
Hace 1 día
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