A los que pensábamos que Alegato Meridional fue un divertimento sin solución de continuidad este segundo trabajo nos sabe a gloria bendita. Los miembros de la superbanda siguen mirando al sur pero dejando al margen la indolencia que desprendía aquel trabajo y volviéndose mucho más beligerantes. " Me acordé de las noches de agosto, en cuyo silencio maravillado no se oye nada más que el ruido milenario que hace la Tierra girando en el eje oxidado y sin aceitar."
Dean Wareham – That’s the Price of Loving Me
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